8 de la tarde, momento de reconocimiento para los profesionales que nos ayudan. |
Estamos reconociendo el trabajo y dedicación de tantas y tantas personas que arriesgan su salud al servicio de los demás. Gracias a ellas podemos vivir el confinamiento y somos atendidos en nuestras necesidades básicas, sobre todo las sanitarias, que tanto apreciamos en estos momentos.
Sin embargo también sabemos de actitudes negativas como la de quienes inventan noticias falsas, que provocan miedos e inseguridades en nosotros, la de los pocos que no hacen caso de las normas impuestas para el confinamiento, etc.
A través de este blog ha llegado una denuncia que también nos hace pensar que, a veces las buenas intenciones pueden ocasionar molestias a otros, que es necesario ponerse en el punto de vista de tus vecinos y no actuar sin pensar. Esperamos sinceramente que el tema haya sido solucionado ya, nosotros participamos desde nuestra ventana en el homenaje diario con mucho gusto, pero por si acaso o por si sirve para otros, transcribimos el texto que nos llegó la semana pasada y recomendamos PENSAR EN LOS DEMÁS CUANDO NOS DISPONGAMOS A HACER RUIDO mas allá de lo que resulte razonable y según las circunstancias de nuestros vecinos más cercanos:
"Buenos días.
Me gustaría denunciar la falta de empatía de los vecinos de ..., quienes llevan dos días sacando un equipo de música a la terraza, con micrófono incluido, y montando una disco móvil con la música a todo trapo.
Amparándose en que lo hacen para a animar a los demás, no se paran a pensar que puede haber personas enfermas (con coronavirus o patologías que, dada la situación de los centros sanitarios, no pueden atenderse) que necesitan descanso.
Ayer, en una discusión acalorada, me recriminaban mis quejas diciéndome que ellos son libres de poner la música como quieran en sus casas.
En sus casas sí, por supuesto. Incluso soy partidario que se escuche una canción para todos el vecindario a modo de homenaje y ánimo. Pero de ahí, a la fiesta de dos o tres horas que están montando todos los días, hay mucha diferencia. Y la diferencia la marcan los modales y el civismo.
Ayer, una vecina salió a pedir que quitaran la música porque su madre enferma no podía descansar. Que haya que llegar a ese punto, a tener que pedir a gritos al balcón de enfrente que quiten la música, ya es lamentable. Pero que desoigan la petición y continúen con la música igualmente es de no tener ningún respeto.
La situación es delicada. Hay mucha gente desesperada en sus casas, por eso mismo es cuando más civismo debemos demostrar.
La policía ya ha venido alguna vez a llamarles la atención, pero les importa poco. Es más, se jactan diciendo que, si hay multa, la pagan entre todos.
Quería hacerme eco de esta situación y este me pareció un buen medio.
Muchas gracias".
Todos deberíamos ser conscientes de ver que vivimos entre cientos de personas y siempre hay que respetar, y sobre todo mantener la calma en esta situación tan espantosa para algúnos.
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