Organiza: Asociación de Vecinos de La Alberca
Fecha salida: 12 de mayo de 2019
Hora salida: 9:00
Hora finalización: 13:30
Punto de encuentro: jardín frente cementerio
de La Alberca.
Distancia: 10 km.
Dificultad: media, hay zonas de fuertes subidas y bajadas.
Altitud máxima: 509 m.
Ganancia de altitud: 340 m.
Plazas: 25
Inscripciones por orden de llegada: participación gratuita siendo necesario inscribirse AQUÍ
Itinerario: En varios coches nos dirigiremos al punto de salida (cerca del convento de la Luz) en inicio sendero Umbría de Sto. Ángel. Subimos por el sendero de herradura construido en la época de la repoblación del monte.
Conectamos con la pista forestal que viene de El Sequén antes de llegar a la altura de las Minas del Cerrillar. Continuamos hacia el depósito, cruce de caminos y encuentro de ciclistas. Seguimos por la pista hacia la Cresta del Gallo, pero antes de llegar al Mirador de La Naveta tomamos un sendero a la derecha que se va estrechando y nos lleva hacia el paraje El Cañejar. Bajamos hacia Rambla Honda y antes de llegar vemos los petroglifos. Después llegamos a la rambla y subimos por la ladera del monte hasta la finca La Naveta, desde allí volvemos a encontrar la pista forestal que dejamos anteriormente y, al llegar al mirador, bajamos por la Umbría de Sto. Ángel por un sendero muy empinado hasta llegar al punto de inicio.
Petroglifos son grabados en la roca realizados por la acción humana con finalidades rituales o de marcas de territorio.
Según los arqueólogos que publicaron su descripción datan del período neolítico-calcolítico. No obstante, la proximidad geográfica del yacimiento argárico del Puntarrón Chico, en especial la estación del Garruchal, podría acercar la cronología al Bronce Medio.
En El Valle se han descrito tres estaciones (Cerrillar, Garruchal y Cañejar) distantes entre si por unos 6.800 m., en esta ocasión visitaremos los de Cañejar cuyos motivos son muy sencillos: apenas tres grandes cazoletas o grandes oquedades, una semicircular, otra cuadrada y la última ovalada, todas ellas interconectadas por canalillos. Un pequeño escaleriforme, muy menudo, completa la composición.
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